El sitio de Alesia


La lucha de las legiones republicanas romanas lideradas por Cayo Julio César contra el pueblo galo fue dura, y en ella César sufrió varios reveses. Entre las victorias de César se cuentan la toma de la ciudad de Avarico (Bourges) seguida del exterminio de 40 000 de sus habitantes (las mujeres jóvenes y los niños fueron enviados como esclavos a Roma). Así el romano, al cabo de doce meses, cercó a Vercingétorix en el oppidum (fortaleza urbana en relieve elevado) de Alesia (Alisia, en lengua gala).

Los galos reunieron _según el pro-Cónsul_ un ejército de más de 200 000 hombres, que atacaron a los sitiadores (entre los que se contaban germanos aliados de Roma contra los galos. Estos germanos eran jinetes ubios, de la Alemania central, montados con caballos de la tribu aliada de los remos, del este de la Galia Comata o Melenuda) estrellándose contra el tremendo sistema de fortificaciones romanas, que en este suceso particular tenía la forma de doble anillo que rodeaba a la ciudad, con un muro interior para contener a la guarnición arverna y un perímetro defensivo exterior para protegerse de los ataques externos.

El ejército galo fue derrotado y Alesia debió rendirse por hambruna. Como sus compañeros se negaron a matarle, Vercingétorix vistió su más rica armadura, montó su caballo de batalla, fue hasta el campamento de César, y arrojó a los pies del romano su espada, su casco y su venablo, en señal de rendición. Fue encarcelado en el Tullianum en Roma durante cinco años, antes de ser exhibido públicamente, durante el "Triunfo" de Cesar. Fue ejecutado al final de la ceremonia, probablemente estrangulado, como era costumbre.

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