Turistas franceses denuncian maltrato de animales en biodiversidad
Dos ecoturistas franceses que visitaron hace dos semanas el Centro de Biodiversidad de la UNSM, han enviado una carta de denuncia a asociaciones de protección de la fauna peruanas sobre el sufrimiento al que estan sometidos los animales que supuestamente se hallan “protegidos” en dicho centro.
Han hecho llegar fotos tomadas ese mismo día, en las que se puede apreciar cómo dos tigrillos pasan su vida en jaulas minúsculas, cuando se sabe que estos felinos requieren de un espacio abierto para sobrevivir. Asimismo aparece en una jaula miserable un ejemplar de oso de anteojos, el mamífero de gran tamano más amenazado de los Andes tropicales y único úrsido de toda Sudamérica. Pero el colmo de la insensibilidad la paga una desdichada boa, que fue apedreada por unos visitantes y que sobrevive con el rostro destrozado, formando parte de un espectáculo dantesco irónicamente destinado a distraer a los turistas…(?)
Incluso tras numerosas denuncias , llamadas de atención de la autoridad forestal y hasta la visita de una fiscal (Diario Voces del 10/12/2010), el Centro de Biodiversidad de la UNSM continúa practicando una visión de la conservación digna de un campo de concentración, justificando con ello a numerosos bares y centros de diversión de la región a mantener “algunos animalitos para distraer al público”, práctica hoy día ya penalizada por la ley. En esa oportunidad, las propias autoridades universitarias se comprometieron a mejorar las condiciones en que tenían a los animales, pero como se ve no hicieron nada.
Ya hace algunos años los encargados del mismo centro habían dado a conocer los límites de su insensibilidad cuando dejaron morir de hambre a decenas de animales pues el personal administrativo se había declarado en huelga. Como alguién ha dicho, la crueldad hacia los animales abre el camino hacia la crueldad que estamos dispuestos a hacer sufrir a los hombres.
Asociaciones de protección de la fauna han gestionado un lugar más apropiado para acoger a algunos de estos animales: Reserva Ecológica Chaparrí para el oso de anteojos, una acogida temporal en el Zoologico del Colegio Diocesano “El buen Pastor” de Lima para los tigrillos y el Centro de Rescate de Fauna Silvestre “Tarangue” de Moyobamba para la boa sin rostro.
Ahora el problema es convencer a la autoridad forestal de San Martín y a la Fiscalía de Prevención del Delito Ecológico para que realicen la incautación del caso correspondiente y se pueda devolver a esos animales al lugar de donde nunca debieron salir. Y a usted estimado lector, le corresponde la labor de denunciar casos similares en los bares y hoteles donde vea que los animales son maltratados y tenga siempre presente el dicho “un hombre cruel con los animales no puede ser un hombre bueno”. (Jean-Georges Clauss, Dr. Veterinario jubilado)
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